El problema de la culturalización de TGC
Hace unos días, me topé en el muro de un hermano este breve artículo: Hace unos días, me topé en el muro de un hermano este breve artículo: "Editor de 'The Gospel Coalition' compara a Jesús con un Transgénero". Derivado de ello, hubo algún reclamo por publicar en contra del editor de The Gopsel Coalition (Coalición por el Evangelio, “TGC”) referido en el artículo, esto es, Sam Alberry. Para poder entender el problema, es oportuno atender a los artículos de Sam Allberry (What Christianity Alone Offers Transgender Persons[1] y Where to Find Hope and Help amid the Sexual Revolution[2]), que –sin duda– contienen algunos puntos que podemos rescatar; pero hay que tomar mucha distancia y me explico por qué a continuación.
Hay que tener cuidado con el discurso y, sobre todo, el metadiscurso que se maneja hoy sobre éste y muchos otros temas, más relacionados con la cultura, que con la Biblia (lo que es muy popular en TGC y en muchos medios que se venden como reformados, sin serlo). La llamada disforia de género que refiere Allberry en su artículos no se distancia, en realidad, de la persona que siente que uno de sus miembros (pierna o brazo) no son suyos y pide que se lo amputen (Desorden de identidad de la integridad corporal), o bien, de la anorexia, en el que la persona se percibe diferente a lo que la realidad le muestra. Sin duda, hay cosas positivas en el discurso de Alberry; pero hay puntos con los que no puedo estar de acuerdo desde el punto de vista bíblico:
1) Hablar de que Jesús sufrió disforia, es incorrecto y aún herético, puesto que implica un transtorno psicológico. Jesucristo sufrió nuestras aflicciones estando plenamente consciente de por qué y, más aún, quién era el autor de ellas, el Padre. No fue algo imaginativo ni una distorsión de la realidad, la imputación de nuestros pecados (lo que implicaría la disforia)… dicha imputación fue real, más real que lo que nosotros somos. De lo contrario, estaríamos hablando de una mera ficción, como sería igualmente ficción la imputación que hoy recibimos de Su Justicia (Romanos 5:17-21). No podemos, como menciona Allberry, hablar de que Jesucristo “est[uvo] en la carne errónea”, puesto que ¡justamente el Dios Eterno, Altísimo y Supremo tuvo que encarnar! Era algo necesario… no, no fue un error. De lo contrario, el sacrificio que alcanza a todo Su pueblo, sería imposible e insuficiente.
Es un juego de palabras que Allberry usa y es un juego muy peligroso, porque –para salvar la precisión cultural– puede atentar al resto de la Biblia… ¡cuidado con buscar agradar a los hombres antes que a Dios!
2) Es interesante el punto que maneja acerca de la interseccionalidad, hablando de minorías. Un punto que pasa desapercibido de esta “comprensión” de nuestra realidad cultural, es aprender a diferenciar entre lo que se nos presenta como realidad (apreciación) y lo que es la realidad. Hoy, hablando a nivel mundial, los cristianos perseguidos por verdaderos regímenes autoritarios que no sólo “no los dejan casarse o adoptar”, sino matan gente, simplemente por identificarse con Cristo (aún y cuando se trate, en algunos casos, de iglesias falsas… cosa que al mundo poco importa, sino que es la identificación con Cristo la que genera odio). Finalmente, Cristo nos llama bienaventurados cuando sufrimos persecución por causa de la justicia (Mateo 5:11-12).
Parece absurdo traerlo a colación, pero con estas ideologías marxista-culturales y de justicia social (que diluyen y distorsionan el evangelio), la iglesia moderna apunta a la victimización de sectores, sin entender la soberanía y providencia de Dios, que citan en sus documentos como mera referencia bibliográfica y no como causa real de la realidad.
La caída de este mundo y la condición depravada en la que el mundo y cada individuo se encuentra es derivada del pecado… no somos víctimas, sino victimarios de nuestra propia condición. Lo anterior, con independencia de que, con las distorsiones mencionadas, se crean ficciosamente grupos donde no los hay, divisiones donde no debe haberlas y referencias al pasado que se sanan con Cristo, no culturalmente.
Finalmente, la visión de minorías no es más que causada por la apreciación carnal de la realidad (tanto del opresor, como del oprimido que se victimiza a sí mismo).
3) Habiendo expuesto los puntos culturales que han transformado occidente, Allberry refiere a que ello nos revela que “el entendimiento cristiano tradicional de ética sexual e identidad de género no sólo es pintoresco/singular y pasado de moda, sino peligroso” (el énfasis es nuestro)… mmm… ¿acaso la cultura define el evangelio? Sin duda, esa ideología es algo que ha permeado a la iglesia (la falsa, yo añadiría); pero no para ser asimilado, sino para ser confrontado… el cristianismo siempre será contracultural, como Cristo lo demostró en Su ministerio. Aquí es donde podemos leer con un poco más de claridad que se minimiza el pecado, se condena la posición bíblica, calificada de “tradicional”, como si se tratase de una verdad alterable por el tiempo.
Recordemos, las palabras de Dios “Yo Jehová no cambio” (Malaquías 3:6). Sin duda, hay que escuchar a las personas, como menciona Allberry; pero hay que tener cuidado con presentar un amor de Dios distorsionado de la Palabra de Dios. Sin duda, Dios es amor; pero es un amor que ha llevado a cada uno de nosotros al quebrantamiento a Sus pies… y, si no lo ha hecho, quizás es porque no Le conozcamos. Dios es tan amoroso, que es paciente; pero, bajo ninguna perspectiva podemos pensar que sea tolerante. Sin duda es importante señalar el bien y el amor de Dios al exponer la Verdad. Sin embargo, Allberry maneja una manera muy humanista y centrada en la exposición de ese bien, puesto que “apuntar a los errores de pensamiento antibíblico no es por sí mismo suficiente para despertar corazones a la Verdad de Dios”. No olvidemos que la ley es nuestro ayo que nos lleva a Cristo (Gálatas 3:24)… hay que tener cuidado con centralizar nuestra percepción hacia el “bien que hay para nosotros”, cuando nuestro fin último es glorificar a Dios (aunque ello beneficia a Su pueblo en última instancia). Insisto, no se trata de dar “bibliazos”, pero el ser humanos y su felicidad no son el centro de la Biblia.
Una grave aseveración por parte de Allberry es que “puede entender” la censura que se presenta a la posición bíblica (que llama tradicional) del cristianismo, porque afectan los sentimientos de comunidades cuyo victimismo parece endorsar. Cuando uno entiende la censura, pero no la verdad con la que el pecado se confronta, corre el riesgo de victimizar al hombre frente a Dios.
Aquí una crítica mucho mejor explicada y argumentada por parte del Dr. James White, una posición más bien centrada en la Biblia que en la cultura:
Ésta es acerca del primer artículo y aquí respecto a una conferencia que tristemente Ravi Zacarías le permitió tener a Allberry en su iglesia y que muestra más claramente su teología:
No, antes que atender a este tipo de culturalización de la Verdad bíblica, yo recomendaría atender a verdadera teología bíblica, habiendo tan rica y reformada teología. El minimizar el deseo homosexual, predicando y pastoreando, viviendo con ello, hace entender qué tan parcial es la apreciación e interpretación de Allberry. En el artículo que comparto inicialmente, es muy acertado este punto: en ningún momento hay un llamado de “pecado” al pecado. El problema es endulzar la realidad; sin duda se aprecia la dicotomía entre que defiende la Biblia, pero también la cultura. No hay una confrontación directa a la depravación sexual actual como pecado en estos artículos de Allberry (sólo está inferido… pero ¿es eso lo que debe ser con el pecado? ¿inferido?).
Finalmente, lo que inició con una buena idea de traer una teología reformada, se ha convertido en la culturalización de ésta y no olvidemos las palabras de Cristo: “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.” – Mateo 5:13. Muchos, en su afán de identificarse con la cultura actual para ganarla, no se dan cuenta que se están desvaneciendo y se están preparando para ser hollados.
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[1] El artículo se encuentra en inglés y puede ser consultado en esta liga: https://www.thegospelcoalition.org/article/what-christianity-alone-offers-transgender-persons/ (consultado el 26 de abril de 2019)
[2] El artículo se encuentra en inglés y puede ser consultado en esta liga: https://www.thegospelcoalition.org/article/hope-help-sexual-revolution/ (consultado el 26 de abril de 2019)
