"No Juzguéis"
- Por Hernando J. Ochoa R.
- 22 dic 2016
- 3 Min. de lectura

"No juzguéis" ¡Cuántas veces he oído eso! Generalmente, a la gente no le gusta que se le hable de su pecado y claro que es entendible, puesto que a nadie nos gusta ser expuestos a nuestras fallas, errores y defectos.
A mí, mi esposa y mis hermanos en Cristo constantemente lo hacen y, más aún, Dios es tan misericordioso, que diariamente me confronta con mis pecados y... duele; pero, ¿sabes qué? Es una bendición, porque sólo tenemos esta vida para estar a cuentas con Dios y, obviamente, la única forma de hacerlo es a través de nuestro Señor Jesucristo (Juan 14:6; Hechos 4:12). Eso del limbo y purgatorio, no son más que mentiras que nos llevan al infierno.
He aquí lo que nos enseña la Palabra:
Juan 14:6 "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad,
y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí."
Hechos 4:12 "Y en ningún otro hay salvación; porque no
hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos."
A muchas personas les gusta repetir las palabras de Jesucristo, "No juzguéis", sacándolas de contexto, puesto que omiten que Él nos está advirtiendo contra el juicio hipócrita y, más adelante, nos invita a ayudar al hermano que tenía la paja en su propio ojo... ¿Cómo se podría ayudar al hermano, si no se discierne primero la paja? Veamos el texto bíblico:
Mateo 7:1-6 "No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con
el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la
medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué
miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no
echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O
cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de
tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! sa-
ca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás
bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. No de-
is lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delan-
te de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan
y os despedacen."
En efecto, la gente prefiere formarse la imagen de un dios que es tolerante con el pecado y, así, dejan de reconocer al Dios misericordioso que si bien, está dispuesto a perdonar, también es cierto que está deseoso a llevarnos a la santificación ¡Qué e puede decir! Ciertamente, terminan hablando de un dios creado en su propia mente, y desprecian al Dios que se reveló en la Biblia: el primero, es un mero ídolo que los lleva a la condenación; el segundo, es ese Dios que crea, ama, juzga y, por ende, salva únicamente a través de Su Hijo.
Ahora, si sólo Jesucristo juzgara, ¿por qué nos manda a "juzgar con juicio justo"? (Juan 7:24).
No es que nos volvamos condenadores al no considerar las circunstancias o lo "buenas" que son las personas; simplemente, las circunstancias no evitan la ira de Dios contra el pecado... Las buenas obras no evitan la ira de Dios contra el pecado... El "no juzgar" a otros, tampoco la evitará...
El "no juzgar", para no medir y "así no ser medido", es un absurdo... Sería negar que Dios es Justo y Santo. Lo que previene Jesucristo es que no juzguemos hipócritamente, que no lo hagamos con base en las apariencias, que no lo hagamos inmisericordemente...
Si yo juzgare sin hablar de Lo Único que quitará la ira del pecado, sí me estaría "condenando", por decirlo así...
Pero, y he aquí el Gran Pero: hoy digo y reitero: Sólo la Sangre de nuestro Señor Jesucristo podrá apartarnos de la ira de Dios... Pero requiere fe y humildad... Fe en Cristo y nadie más; humildad para reconocer que Dios es Santo y, por ende, mi condición de pecador me llevará a la condenación...
Pero, si tú decides confiar en tus obras (sean tus "obras buenas" o los ritos que te dicen que tienes que cumplir)... No soy yo quien te condena, es tu fe en ti la que lo hace... No soy yo el que te juzga, es la Palabra de Dios la que lo hace...
He aquí las Palabras de Jesucristo:
Juan 12:48 "El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero."