El poder del evangelio (Romanos 1:16)

"Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente [el religioso que cree conocer de Dios], y también al griego [el gentil]." (Romanos 1:16)

Tristemente, muchas de las iglesias de hoy tienden a olvidar esta Verdad. Terminan sustituyendo la evangelización a través del evangelio (no, no es tautológico... para lo que hoy entiende la iglesia por "evangelización", es importante hacer la aclaración), por programas, eventos o sistemas que llenan a la gente de promesas vanas, centradas en el hombre, y que dejan a Jesucristo Mismo y la salvación como un "plus" de las bendiciones. Evangelio de la prosperidad, de la sanidad, de restauración, de confesión de fe, de poder en la palabra (humana), etc., son sólo ejemplos de ello.

Lo triste es que la iglesia no se da cuenta de que al usar métodos carnales, atraerá gente carnal... "Quiero decir, ¿en qué momento comenzaron a confiar en trucos y métodos mundanos en lugar de confiar en el claro mensaje del evangelio?" pregunta Mack Stiles. La gente que busca a Jesús por las razones erróneas, encontrará a un Jesús que no es el Mesías de la Biblia y, tristemente, creerá que es salvo... ¡Vaya sorpresa que se llevará cuando Jesucristo le diga: "Nunca os conocí, hacedores de maldad" (Mateo 7:23)!

La verdadera conversión, el nuevo nacimiento, no pueden tener lugar, sin un auténtico arrepentimiento... un auténtico arrepentimiento no llega por la promesa de Dios de tener una bonita familia o de ser libre de un vicio... llega por el evangelio: el reconocimiento de que soy un pecador y, por ende, condenado a muerte eterna, separado de Dios, mas Dios, en Su infinito amor, en Sus infinitas gracia y misericordia, me ha dado fe para creer en Su Hijo Jesucristo para salvación y perdón de mis pecados. La vida transformada es sólo consecuencia (y evidencia) de la salvación.

Hoy vemos que esas prácticas alejadas del evangelio, no son más que muestras de que, quienes las practican, tienen una fe débil, en el mejor de los casos o, en el peor, ni siquiera son cristianos auténticos. En todo caso, debemos tener cuidado, pues como Marck Stiles lo afirma duro y a la cabeza: "El mundo tienta a los cristianos débiles a que se avergüencen del evangelio".

La oración de entrega es mayor engaño para el que ora y para el que cree que su iglesia creció... principalmente, si se hace después de un mensaje meramente emotivo o lleno de esas promesas falsas, o bien, en una iglesia donde se predica un evangelio superficial, diluido, alejado de la Verdad Bíblica. Tomemos en cuenta lo que afirma Mark Dever "la marca de una conversión genuina no es una oración, sino un caminar con Jesús a largo plazo".

[Todas las citas de los autores mencionados, son tomadas del Libro: "La evangelización" (9Marks, Mack Stiles)]

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